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CON PÁRAMOS, BOSQUES DE NEBLINA Y PRIMARIOS, HABRÁ AGUA Y COMIDA
“He venido a llevarlos a una tierra de la que fluye leche y miel” (Éxodo 3, 3-8)
Reunidos en Jaén, Cajamarca, los obispos de Jaén, Chulucanas y Chachapoyas, el miércoles 28 de febrero de 2024, ante la realidad que afecta los derechos colectivos de nuestros pueblos y nuestra casa común, declaramos lo siguiente:
- Nos encontramos lamentablemente en un punto de no retorno frente al cambio climático. Los bosques de neblina, bosques primarios y páramos son fundamentales para la captación de carbono y las nacientes de lso ríos en las cabeceras de cuenca, para evitar que siga aumentando el calentamiento global. La presencia del fenómeno de El Niño, seguías, las enfermedades como el dengue, están ligados a estos cambios que sufre la naturaleza por mano del hombre.
- En el Perú, la minería formal, informal e ilegal es una de las actividades que genera más impactos ambientales, sociales, económicos y a la salud. Actualmente, el 15% del territorio nacional está concesionado a la actividad minera formal, y el 20% ocupado por actividad minera informal e ilegal. Además, hay que tomar en cuenta el impacto que generan actividades ilegales en la frontera con el Ecuador y la presencia de mineros ilegales procedentes de dicho país en la región Piura y en el norte de Cajamarca.
- La voluntad del gobierno de destrabar proyectos mineros que han sido rechazados por las comunidades y la población, como el de Río Blanco, ubicado entre Ayabaca y Huancabamba, afectará la cuenca del río Chinchipe en Jaén y San Ignacio. Por su parte, el Congreso de la República viene flexibilizando y favoreciendo normativas que debilitan la regulación minera y la institucionalidad ambiental, permitiendo el incremento de la minería ilegal en el país. Frente a ello, Papa Francisco invita a los políticos “a ser servidores de los pueblos que claman por tierra, techo, trabajo y una vida buena”.
- Hacemos nuestra la preocupación de los pobladores del distrito de Colasay en la provincia de Jaén, ante el inicio de operaciones de las empresas mineras Fresnillo y la canadiense Barrick en 6 concesiones. Estas operaciones afectarán gravemente la cabecera de cuenca del río Huayllabamba, afluente del río Marañon de la cuenca amazónica, y las actividades agrícola y ganadera a la que se dedica esta población y que beneficia al norte del país.
- El daño que está generando la actividad minera abarca un territorio mucho más amplio en el nororiente del país. Por ello, las Comunidades y Rondas Campesinas de Jaén y San Ignacio en Cajamarca, de Ayabaca y Huancabamba en Piura, y las Comunidades Nativas Awajún y Wampis de la provincia de Condorcanqui en Amazonas, se erigen en verdaderos guardianes de los páramos, bosques de neblina y bosques primarios, ejerciendo un rol fundamental en el control, cuidado y protección de sus territorios y del ambiente, ante la ausencia del Estado. No obstante este rol fundamental, sufren la criminalización y persecución, sin que los operadores de justicia ordinaria comprendan su relación con la naturaleza y los bienes de la creación.
Por lo expuesto, como Obispos de estas jurisdicciones eclesiásticas, urgimos a nuestras autoridades a respetar la voluntad de los pueblos, de mantener sus modos y medios de vida en base a las actividades económicas sustentadas en la agricultura, ganadería y sus saberes ancestrales, y que se garantice la protección de los páramos, bosques de neblina y primarios y de las cabeceras de cuenca de las cuáles nuestros pueblos son guardianes y deben ser respetados como tales, brindándoles las garantías necesarias para su labor.
“A las grandes corporaciones mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agro negocios, pido que dejen de destruir la naturaleza, dejen de contaminar, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos” (Papa Francisco)
Jaén, 28 de febrero de 2024
Alfredo Vizcarra - Obispo del Vicariato Apostólico de San Francisco Javier – Jaén
Cristóbal Mejía - Obispo de la Diócesis de Chulucanas
Humberto Tapia - Obispo de la Diócesis de Chachapoyas
