MÁS LEJOS DE LO QUE CREÍSTE...

Autor: 

Pablo Montalván Zúñiga

Hace más de diez años, cuando ambos pertenecían todavía al grupo Maranatha, Pablito Montalván escribió este relato, inspirado por lo que vivía Carlitos Benavides. En aquel entonces, prefirió no publicarlo en ninguna parte. Hoy que Carlitos está ya gozando, junto con su papá Lucho, de la presencia de Dios, Pablo accedió al pedido de su papá, el buen Fernando, de compartirlo con todos.

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MÁS LEJOS DE LO QUE CREÍSTE 

Cuando me enteré de lo que te pasaba, pensé que sólo se trataba de una de tus tantas fantasías, con el único propósito de llamar la atención, sobre todo de las chicas.

De repente sentí que todo se me desarmaba y la sensación de vértigo era horriblemente apabullante, el mundo se me venía abajo y no podía comprender qué era lo que me pasaba, no podía caminar ni siquiera apoyado en las paredes de mi cuarto, y de repente el vómito.

Me dices que tu novia, la bonita chica que siempre iba contigo en el carro rojo que envidiaba, repentinamente se alejó cuando le contaste de tu mal, y estabas muy enamorado, si todos en el barrio lo comentábamos. El loco, el que siempre reía hasta de sí mismo no puede deprimirse, debe seguir siendo el “loro” de las reuniones, el que siempre sacaba la mayor cantidad de chicas a bailar, el enamorador, el de las risotadas, el adicto a las pizzas papa Johns.

Mamá comenzó por angustiarse y yo no podía fingir que nada me pasaba, si sólo cuando caminaba todo se me hacía muy difícil, mis temblores imperceptibles según me parecía, eran demasiado evidentes para ella, y para mis hermanos que veían que mi carácter había cambiado, mi risa siempre nerviosa como mi forma de ser no era la misma, ahora hasta el vaso de cerveza que me invitas me es difícil cogerlo firmemente.

Cuéntame entonces, qué vas a hacer con el trabajo, hasta cuándo podrás seguir llegando tarde y con toda la dificultad de la silla de ruedas, el subir el ascensor ante la indiferencia de la gente, y soportar la hipocresía del jefe de recursos humanos que de humano nada tiene. No entiendo por qué no pides una licencia o vacaciones adelantadas, total tienes derecho a descanso médico o a permiso para la revisión de tu salud.

Me paseé por todos los especialistas con la esperanza de que el diagnóstico inicial fuera equivocado, gasté todos mis ahorros porque no quería ocasionarles gastos a mis padres. Sabrás que mi padre hace muy poco se jubiló y lo menos que quería era causarle gasto y sinsabores, él necesita descansar tal vez más que mi madre, ella como casi todas las mujeres, es más fuerte, él suele deprimirse fácilmente.

Imagínate, cómo vemos las cosas desde lejos, lo menos que me podría imaginar es que tu padre fuera depresivo, si lo veo empujar con entusiasmo y mucho cariño tu silla y las bromas que se gasta con nuestros amigos respecto de tu aficiones e intereses, ni una palabra de tus males o los suyos, la broma a flor de piel, y su saludo efusivo para con todos.

Sí pues, y aquí sentados alrededor de una cerveza y la buena pizza, no se todavía lo que voy a hacer; tú sabes que yo trabajaba en un octavo piso y era jefe de un área, ahora me han bajado al sótano para revisar sólo papeles y sellar documentos de la maldita transnacional para la que trabajo, no veo a nadie cuando sabes que conversando no me para nadie. Ingeniero, ingeniero industrial, y para qué, para no llegar a ninguna parte.

Aguanta el coche compadre, que necesito que me ayudes en algo que tú sabes hacer muy bien: ¡hablar! Tú sabes que yo trabajo en una organización que da charlas de formación en valores a jóvenes en alto riesgo. Son muchachos que lo han perdido todo, hijos de matrimonios disfuncionales, deshechos, de padres con adicciones leves o severas, muchachos que necesitan escuchar testimonios de gente valiosa como tú, que enfrenta problemas pero que sabe salir adelante. Cuéntales de tu caso, dales tu testimonio diles que tú estás pasando por un problema que seguramente ellos ni se imaginan.

¿Qué, y quieres que les diga la verdad?

Lo que salga de tu corazón, lo que tengas que decir, que no es poco siendo lo “loro” que eres.

¿Pero empiezo diciendo la verdad? ¿O llego paulatinamente a ella? Porque los muchachos se pueden asustar al ver un tío que llega con silla de ruedas, se para con dificultad, se agita mucho al hablar y quiere ir demasiado al baño.

Di lo que tengas que decir, háblales de tus sueños, de tus deseos, de que sigues estudiando otra carrera, de tu compromiso con Jesús y los pobres, de que a pesar de todo sigues yendo a las Laderas del Chillón a hacer tu pastoral poniendo al día en sus tareas a los escolares de la zona, y a leer el Evangelio.

Que sea conversador no significa que me sea fácil decir todo lo que pienso, sobre todo ante un auditorio de muchachos y muchachas, pero qué caray, vamos a empezar y sólo porque se trata de ti lo voy a hacer. A ver, a ver, cuándo empezamos.

Voy a coordinar con la gente y de repente por ahí hasta en la parroquia de la zona sale algo para que también vayas a dar charlas de motivación y no sólo a jóvenes sino también a gente mayor que a veces necesita más que los chicos.

Pero van a entrar en shock cuando les diga que lo que tengo es esclerosis múltiple y que me estoy apagando como una vela. Así lo entienden en mi familia.

Gracias por lo que hiciste querido amigo; así, sin cervezas ni pizzas. Solos acá en tu cuarto, yo sentado en una silla junto a tu cama, afuera en el comedor suena la música, es Silvio cantándole a la vida…mi unicornio azul ayer se me perdió…

Hiciste más de lo que pensabas, llegaste más lejos de lo que creíste que alcanzabas, en una tan corta vida no muchos hacen lo que tú lograste, dos carreras camino a la tercera, infinidad de amigos que oran por ti mañana tarde y noche, muchos chicos de Laderas alcanzaron la universidad con tus consejos, la pareja de adultos mayores logró casarse, el taxista sentó cabeza y reconoció al que hoy es tu ahijado.

Tus padres están felices porque eres feliz con lo que tienes, porque se dieron cuenta de que lo que parecía que no era mucho era lo suficiente para hacer feliz a mucha gente, que la enfermedad es sólo un tránsito, es una prueba para sacarlo todo afuera, que tu debilidad es tu fortaleza.

¿Pero ahora no querrás traer a las chicas…y chicos hasta acá para escucharme? Porque todavía podría dar más testimonios, total desde la cama me siento más cómodo.

No, no, no.

Ya obtuviste demasiada atención, sobre todo de las chicas.

Tienes tiempo ahora para estudiar inglés en casa sin que nadie te moleste, y estar clavado en el teléfono haciendo citas clandestinas.

Y como te vuelvo a repetir:

Ya obtuviste demasiada atención, sobre todo de las chicas.