Encuentro reflexivo de las 3 ramas SS.CC.

Tres veces al año se reúnen "oficialmente" las tres ramas de la Congregación: en junio para la fiesta del Sagrado Corazón, en diciembre poco antes de Navidad, y en enero en el contexto de las asambleas. En efecto, en el mes de enero se realizan los retiros y asambleas territoriales tanto de Hermanos como de Hermanas, razón por la cual retornan por un par de semanas quienes viven en comunidades, obras o misiones fuera de Lima.

Aprovechando esta presencia, el sábado 20 de enero se llevó a cabo en la casa de jornadas Padre Damián (dentro del Colegio Recoleta) el ya tradicional encuentro reflexivo de las tres ramas: Hermanos, Hermanas y Rama Secular SS.CC. Como siempre, hubo una comisión encargada de la organización; esta vez fueron la Hna. Laura Morales por las Hermanas, el P. Rafael Sánchez-Concha por los Hermanos y Giselle García-Hjarles por la Rama Secular. En una coordinación que se dio básicamente por medios virtuales (Whatsapp y reuniones por Zoom), acordaron priorizar en esta ocasión el fortalecimiento de los vínculos entre quienes conforman las tres ramas. En efecto, concentrado cada quien en su apostolado, su misión o trabajos pastorales, las ocasiones de profundizar el vínculo personal entre todos escasean.

Se partió de una dinámica con papelógrafos dispuestos en la pared, de manera que cada quien fue ubicando su nombre en la comunidad a la que pertenecía, y compartiendo luego algo de lo que más disfruta haceren su tiempo personal. Luego vino un compartir en grupos mezclados, donde cada participante compartió con los demás algo de la historia de su familia (sus orígenes, tradiciones) y cómo habían ido enganchando con esta otra familia, la de los Sagrados Corazones.

Luego de un animado break en que todos conversaban mezclándose constantemente y contando en qué andaba su misión (mientras comían deliciosos bocaditos), se pasó a un segundo trabajo en grupos, en que seplanteó el tema de la sinodalidad con la pregunta: ¿Cómo la estoy viviendo concretamente donde estoy? ¿Qué sueño al respecto y cómo me comprometo? Como suele ser, la dinámica de los grupos y el soplo del Espíritu llevó a varios grupos más allá de lo que se habían planteado los organizadores, y salieron expectativas de compartir más concretamente la misión entre las distintas ramas, incluso en algunos apareció la idea de un momento de "asamblea" en común (tomando algunas decisiones conjuntas) una vez al año. En todo caso, quedó claro que hay mucho por seguir construyendo en el camino de sinodalidad dentro de nuestra familia.

A las 12 hubo una misa en que, también de manera muy "sinodal", la guitarra fue pasando de mano en mano entre una hermana, un hermano y un laico (Nélida, Brian y Juan Carlos). Fue una eucaristía alegre y sentida, que continuó después en la mesa del almuerzo, festiva y alborotada.