Cada cierto tiempo, la dinámica de un grupo de reflexión se desgasta y se hacen necesarios una revisión y un "relanzamiento". Con ese fin y aprovechando el feriado de San Pedro y San Pablo, el grupo Maná tuvo una jornada reflexiva el miércoles 29 de junio en casa de su asesor Juan Carlos.
Partiendo de un momento de oración y a lo largo de un día en que hubo reflexión personal, compartir en parejas, discusión en subgrupos y mucho diálogo, los Maná fueron revisando todo lo que consideran "esencial" en su fe cristiana, en su ser Sagrados Corazones y en su formar parte de la Comunidad Héctor de Cárdenas. Compartieron también sus necesidades y expectativas personales en cuanto al grupo y, desde todo eso, replantearon la dinámica del grupo: desde su frecuencia de reuniones hasta el contenido de las mismas.
El ambiente fue de mucha alegría y, sobre todo, esperanza. Por supuesto, tuvieron un lugar importante los momentos alrededor de la mesa, tanto para el café de media mañana como para el almuerzo (coronado con las famosas trufas de Marisú). La oración final estuvo marcada por la esperanza y el renovado compromiso.
